ECOagricultor el 24 abril, 2013
Las piretrinas naturales son uno de los insecticidas más antiguos que existen y un claro ejemplo de que sin química también es posible cultivar.
¿Qué son las piretrinas naturales?
El piretro es un insecticida natural proveniente de las flores de crisantemos (Chrysanthemun cinerariaefolium o Anaciclus pyretrum)
Extraído de sus cabezuelas, muy parecidas a flores de margaritas, en ellas se concentran hasta seis piretrinas naturales (a diferencia de las sintéticas denominadas piretroides que la industria química las produce desde los 40) Son sustancias que la propia planta produce para protegerse de los insectos que pueden atacarla.
Un poco de historia
Parece ser que los egipcios ya utilizaban las piretrinas naturales para proteger sus cosechas de granos almacenados. Este misterioso polvo sería conocido mucho tiempo después como “Polvo de Persia” pues su uso se remonta a tiempos del Rey Jerjes de Persia (hacia el 400 antes de Cristo).
También se hacen referencias a su poder insecticida en las Crónicas oficiales de la Dinastía Chou, en China, hacia el siglo primero de nuestra era.
Posteriormente se cultivaría en la región del Caucaso donde pasaría a Dalmacia en el siglo XIX. La historia más reciente del cultivo se remonta a la década de los 20 en Kenia, donde se produjo de forma masiva.
¿Cómo funcionan las piretrinas naturales?
El piretro es insecticida de amplio espectro (es decir ataca a la mayoría de los insectos) y sin efectos nocivos para animales de sangre caliente, aunque si resulta nocivo para la fauna acuícola y para algunos insectos beneficiosos. Es por eso que su uso ha de estar limitado a una necesidad real, mientras que poco a poco va llegando el equilibrio a nuestros huertos.
Actúa por contacto y puede ser utilizado para el control de pulgones, cochinillas, trips, mosca blanca, araña roja, etc. En polvo se utiliza también para la conservación de granos almacenados.
Los principios activos se descomponen rápidamente por la luz solar, no quedando rastro de ellos entre las 24 y 48 horas después del tratamiento, degradándose en formas totalmente inocuas para el medio agrario.
Usos y dosis
Si lo preparamos en casa necesitamos 20 gramos de flores por cada 10 litros de agua, machacamos un poco las flores en un mortero y lo dejamos durante unas 3 horas, tras las cuales lo aplicamos sólo o lo podemos mezclar con jabón blanco para mejorar la adherencia, y por tanto, los resultados.
Tambbién se utilizan los preparados comerciales líquidos. La dosis habitual es de 1 a 3 cc. por litro de agua. Conviene mezclarlo con jabón de potasio o con preparados comerciales de cera de Carnauba o de resinas de pino para mejorar su adherencia y potenciar su acción insecticida, al tiempo que se lo protege un poco de la radiación solar.
Conviene mojar bien y abundantemente el haz y el envés de las hojas puesto que es un insecticida de contacto y además utilizarlo en horas de menor insolación, a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
enbuenasmanos
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