sábado, 5 de maio de 2012

México, potencia en medicina tradicional


Ciudad de México.  La investigación de los componentes activos de plantas medicinales realizada en Baja California Sur ha demostrado que están correlacionados con el uso tradicional que se le da a estas plantas, sostuvo la ex investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS), Rosalba Encarnación Dimayuga.

La científica miembro de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC), explicó que desde 1980 ha sido parte de una ardua investigación multidisciplinaria que ha logrado profundizar sobre el conocimiento de la medicina tradicional en Baja California Sur, región rica en especies endémicas.

Como ex integrante del Departamento de Agronomía y del Laboratorio de Farmacognosia, de la UABCS explicó que los efectos farmacológicos que se le atribuyen a las plantas van desde antiinflamatorios, vasodilatadores, antimicrobianos, anticonvulsivos, sedantes, antipiréticos, etcétera.

Explicó que ella entiende a los fitofármacos como extractos naturales a los que se les da una forma farmacéutica, por lo tanto, los jarabes, cápsulas o ungüentos, deben cumplir con el control de calidad que exige salubridad mexicana, es decir, estar libres de metales pesados, pesticidas y de coliformes, y garantizar, además, que realmente son buenos para la salud.

Encarnación Dimayuga recuerda que la entonces Secretaría de Salubridad tenía una actitud muy distinta en los años 70 frente al uso de plantas medicinales, pues los curanderos se escondían. Sin embargo, aunque los médicos tradicionales y sus plantas medicinales han dejado de ser calificados negativamente, la investigación, aplicación e industrialización de estos productos no ha tenido un impulso importante para colocar a México como un productor de fitofármacos.

“El sistema realmente no ayuda, ni en la investigación, ni en el desarrollo..., para todo se requiere dinero y el que se invierte –actualmente- es escaso. Brasil nos ha superado porque ha logrado que tanto instituciones, empresas y productores se coordinen para este tipo de proyectos y aquí no sé qué pasa”.

En Baja California Sur el proyecto es muy ambicioso, estamos empezando por proteger el recurso que se emplea en la medicina tradicional y tratando de proteger la tradición para que la gente no la pierda, señaló.

Hacer las investigaciones y aislar los compuestos es un verdadero reto, uno evalúa y correlaciona el efecto que se le da a una planta en la medicina tradicional con lo que uno científicamente está comprobando, pero todo el universo de plantas que hay en el país, si se han investigado en 5% es mucho, informó.

En entrevista telefónica, la científica consideró que todo México cuenta con un potencial extraordinario para la producción de fitofármacos, pero para ello hace falta un proceso interdisciplinario de colaboración. “Si estoy en el aislamiento de compuestos activos, tengo que colaborar con el farmacólogo y el toxicólogo, para poder llegar a resultado interdisciplinario y congruente del efecto de un compuesto”, dijo.

En Baja California Sur, el estudio de medicina tradicional incluyó el uso de animales marinos, animales terrestres y plantas, aunque aceptó que el mayor número de productos que se emplean en la medicina tradicional es el de las plantas porque está más al alcance de la gente.

Encarnación Dimayuga recomendó respetar los consejos que dan los viejos, respetar la tradición sobre el uso de las plantas, la manera en que se toman y las proporciones porque de no ser así se puede provocar daño a la salud.

INVESTIGACIÓN

Algunos ejemplos de lo que se ha logrado aislar y caracterizar son los principios activos de la hierba del pasmo Haploppapus sonorensis (Asteraceae), el tabardillo Calliandra californica (Mimosaceae), la mariola Solanum hindsianum (Solanaceae ) y lavanda o chicura de la sierra, Lepechinia hastata (Lamiaceae). Ejemplos de organismos marinos investigados: el pepino de mar Neothione gibbosa, la esponja Aplysina gerardogreeni el coral Muricea appressa.

Pero, afirmó la especialista, faltan evaluaciones preclínicas y clínicas de sus extractos y compuestos aislados, para definir su dosificación y llegar a una aplicación más eficaz y segura para la elaboración de un medicamento herbolario o fitofármaco.

DATO

Para saber cuántas plantas medicinales usan los mexicanos, la UNAM tiene un Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana (3 tomos), que contiene 1,045 monografías de las plantas medicinales más frecuentemente usadas en la medicina tradicional mexicana (http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx).

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Data: 05.05.2012

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