Científicos argentinos estudian plantas autóctonas que desde
hace siglos son usadas como tratamiento para malestares comunes, indicó u
comunicad del Conicet.
Detrás de las plantas medicinales y su uso terapéutico hay
algo más que saberes tradicionales y populares. La fitoquímica estudia los
compuestos presentes en las plantas y sus propiedades. Virginia Martino,
investigadora del CONICET en el Instituto de Química y Metabolismo del Fármaco
(IQUIMEFA) trabaja con flora medicinal autóctona, de uso tradicional o popular.
Junto con su equipo estudia los metabolitos secundarios
producidos por las plantas, compuestos de los cuales no se conoce en general su
función pero que se cree tienen propiedades terapéuticas. "Estos derivados
nos interesan desde el punto de vista farmacéutico porque son compuestos
activos que la naturaleza diseñó con sintonía muy fina, y ejercen una actividad
biológica en la planta, lo que permite pensar que también pueden tener efecto
en otro ser vivo", explica Martino.
Uno de los metabolitos con los que trabajaron fue la
Psilostachina C, producida por la Ambrosia scabra, una planta asterácea que
crece en suelos arenosos del norte de la provincia de Buenos Aires. De acuerdo
con sus resultados, la Psilostachina C tendría actividad contra el Trypanosoma
cruzi, agente causal de la enfermedad de Chagas.
Data: 30.08. 2012
Buenos Aires
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