Muestra de Rosa de Montaña/ Foto: IVIC
Aliviar el dolor de cabeza, estomacal y muscular; tratar infecciones respiratorias, renales e incluso enfermedades cardiovasculares; así como controlar el estrés, la ansiedad o la depresión, son algunas de las propiedades curativas atribuidas a numerosas plantas, las cuales hoy en día resultan una fuente inagotable de beneficios para la salud.
El uso de plantas medicinales es una práctica llevada a cabo durante toda la historia humana, cuyo conocimiento, adquirido a través de la experiencia de muchas generaciones, representa milenios de saber popular, cuando las únicas fuentes medicinales disponibles provenían del reino vegetal.
A partir de las bondades medicinales que especies como la hierbabuena, flor de Jamaica, salvia, jengibre, equinácea, manzanilla, tilo, diente de león y arándalo ofrecen para el tratamiento de enfermedades, el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), mediante un proyecto financiado por el Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación (PEII), estudia el efecto del extracto acuoso de flores de Brownea macrophyla, conocida como rosa de montaña, sobre el sistema hemostático humano. Las flores de esta planta son usadas comúnmente para controlar hemorragias o detener el sangrado menstrual abundante (menorragias).
Josmary Brazón, coordinadora del proyecto e investigadora del Laboratorio de Neurofarmacología Celular del Centro de Biofísica y Bioquímica del IVIC, explicó que la rosa de montaña se distribuye principalmente en la región occidental de la Cordillera de la Costa, región andino-zuliana y suroeste del país, reconociéndose por su llamativo color rojo. Además, informó que debido a sus propiedades y a la ausencia de estudios científicos que avalen su uso clínico, están profundizando las investigaciones a fin de que la población emplee la planta bajo los principios éticos de identidad, pureza y calidad de la misma.
La especialista indicó que estudios in vitro han determinado que el extracto acuoso de la rosa de montaña contiene componentes proteicos que pueden tener actividad procoagulante, anticoagulante o antifibrinolítica. “La idea es aislar esos componentes de la flor, caracterizarlos y conocer sus estructuras en función de que en el futuro se desarrollen fármacos terapéuticos con sello venezolano que puedan ser utilizados sobre el sistema hemostático de seres humanos para controlar problemas trombóticos o hemorrágicos” dijo.
El sistema hemostático está conformado por las plaquetas, el mecanismo de la coagulación, el mecanismo fibrinolítico, y los inhibidores o reguladores de estos mecanismos como los elementos formadores de sangre. Existe un equilibrio entre la coagulación y la fibrinólisis que permite la fluidez de la sangre; cuando una persona sufre una herida, el sistema hemostático posibilita la formación de coágulos para detener la sangre y se encarga de su remoción, una vez que este ha cumplido su función.
Avances de la investigación
Brazón señaló que analizarán el efecto del extracto acuoso de la rosa de montaña sobre las plaquetas, con el fin de purificar y caracterizar componentes que promuevan o inhiban la agregación plaquetaria, los cuales podrían se utilizados en el futuro como herramienta para el entendimiento de los estados patológicos o fisiológicos del proceso hemostático o como agentes terapéuticos.
La planta es usadas comúnmente para controlar hemorragias
De igual manera, adelantó que ensayos en laboratorio durante dos años les han permitido sugerir que uno de los componentes involucrados en la detención del exceso de sangrando menstrual es un componente con actividad inhibitoria de la plasmina, enzima que en condiciones fisiológicas degrada el coágulo de fibrina. “Un componente inhibitorio de plasmina como el establecido en el extracto acuoso de flores de B. macrophylla podría ser muy útil para regular el sistema fibrinolítico, donde grandes cantidades de plasmina se han generado; tal es el caso de la menorragia” dijo.
Además de Brazón, participan en el proyecto los investigadores del CBB-IVIC Gina D’ Suze y Carlos Sevcik, el técnico de laboratorio Moisés Sandoval, el estudiante Hirán Hernández y la profesional asociada a la investigación Betzabeth Pereira, quien realizó su tesis de pregrado con esta planta. A juicio de Pereira, “estos hallazgos constituyen el inicio de una serie de investigaciones que permitirán aislar y caracterizar estos componentes terapéuticos, así como determinar si la infusión tiene actividad en otro nivel del sistema hemostático (por ejemplo, en las plaquetas), entre otros”.
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