31 mayo, 2013 por Ana Margarita González
Rescatar el patrimonio que tiene Cuba con la diversidad de plantas medicinales, muchas de las cuales son desconocidas o poco empleadas de manera popular o científica, es uno de los objetivos del evento que se desarrollará entre el 4 y el 5 de junio próximo en las provincias de Matanzas y Cienfuegos. Todos los temas que se abordarán se relacionan con la agrobiología.
La sede obedece a la necesidad de reconocer a los patrimonios tangibles e intangibles, respectivamente, que son el Museo Tríolet (farmacia ubicada en la occidental provincia de Matanzas) y el conocimiento del Gallego Otero, un cubano criollo que vivió en las intrincadas montañas del Escambray (macizo de la central provincia de Cienfuegos) y dedicó su vida al fomento y uso de plantas medicinales.
Desde 1991, en Cuba se emprendió un programa para salvar el conocimiento y las especies endémicas o introducidas que pueden tener aplicaciones en la medicina.
El Máster en Ciencias, doctor Rodoldo Arencibia Figueroa, especialista en plantas medicinales, informó en conferencia de prensa, que al evento asistirán alrededor de 140 delegados nacionales y cuatro extranjeros para intercambiar experiencias en este campo. Refirió cómo se han desarrollado estos encuentros desde 1995 y sus excelentes resultados.
Dijo que desde 1991, en que por indicación del General de Ejército Raúl Castro Ruz proliferaron las primeras 16 fincas de plantas medicinales, hoy existen alrededor de 125 vinculadas a las empresas agropecuarias para la producción de la masa vegetal que se suministra a Salud Pública.
Refirió que actualmente se producen 358 toneladas de masa vegetal seca para la elaboración de fito y apifármacos, cifra aún insuficiente para cubrir toda la demanda del país. La falta de la debida planificación entre los ministerios de Salud Pública y de la Agricultura es quizás la causa más evidente de esta carencia, comentó.
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