Ciudad de México, 14 de marzo de 2013. En las últimas décadas, países de América Latina y otras regiones en desarrollo han logrado impresionantes avances en desarrollo humano, sacando a cientos de millones de personas de la pobreza y posibilitando el surgimiento de miles de millones a una nueva clase media global, tal y como afirma el Informe sobre Desarrollo Humano 2013, lanzado en el día de hoy en Ciudad de México por la Administradora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) Helen Clark y el Presidente de México Enrique Peña Nieto.
El Informe sobre Desarrollo Humano 2013, titulado El ascenso del Sur: progreso humano en un mundo diverso, analiza más de 40 países en desarrollo, a los que denomina "el Sur", y que han conseguido un rápido avance en el desarrollo humano en los últimos años. El Informe elogia los programas sociales innovadores aplicados en la región de América Latina, en particular aquellos dirigidos a reducir la pobreza y las desigualdades sociales históricas, como el programa Oportunidades de México y Bolsa Familia de Brasil.
"El desarrollo económico por sí solo no se traslada automáticamente en avances en desarrollo humano," apunta la Helen Clark, Administradora del PNUD, en el prólogo del Informe. "Las políticas dirigidas a los pobres y las inversiones significativas en las capacidades de las personas, centradas en la educación, la alimentación y la salud, y las habilidades de empleo, pueden ampliar el acceso a un trabajo digno y ayudar a lograr avances sostenidos." "El acenso del Sur es uno de los hechos más notables del nuevo escenario mundial," dijo Heraldo Muñoz, Director del PNUD para América Latina y el Caribe. "Entre 40 países de diversas regiones a nivel mundial, el Informe de este año destaca a América Latina, especialmente Brasil, Chile y México, considerados pioneros en los tres impulsores del desarrollo: mayor proactividad del Estado en las políticas de desarrollo, mayor integración con los mercados globales, y sobre todo innovación ejemplar en políticas sociales."
En Brasil, por ejemplo, el porcentaje de población que vive con menos de 1,25 de dólares/día ha caído del 17,2% al 6,1% entre 1990 y 2009. El país ha logrado cuatro de sus ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio antes del plazo establecido en 2015 y está en el buen camino para lograr los otro cuatro a tiempo. Para 2030, América Latina y el Caribe serán el hogar de uno de cada diez miembros de una emergente clase media global. Miles de millones de personas de todo el mundo están cada vez más formados, socialmente comprometidos e internacionalmente interconectados. Cuatro de los cinco países con el mayor número de usuarios de Facebook se encuentran en el Sur: Brasil, India, Indonesia y México.
Según el Informe, el crecimiento de América Latina ha sido liderado por estados fuertes que han experimentado una integración gradual y secuencial en la economía mundial. Mientras Brasil siguió experimentando con estrategias económicas dirigidas al mercado interior, las empresas nacionales también fueron animadas a exportar y competir a nivel mundial. La empresa brasileña Embraer, por ejemplo, es ahora la principal productora mundial de aeronaves a reacción de tamaño medio. Chile fomentó la inversión en sectores en los que el país contaba con una ventaja comparativa, como el vino, productos madereros y la acuicultura, que a la postre también impulsaría el empleo en el sur rural del país.
La innovación en los programas sociales también es otra característica de los estados que han tenido esta evolución positiva, según concluye el Informe sobre Desarrollo Humano.
"El ascenso del Sur está dando lugar a una agenda social y de reducción de la pobreza más amplia, en la que las políticas para tratar las desigualdades, las fallas institucionales, las barreras sociales y las vulnerabilidades de las personas son tan importantes como la promoción del crecimiento económico," afirma el Informe.
Los conocidos programas de transferencia condicional de dinero de América Latina, como el Bolsa Familia de Brasil, Oportunidades en México y Chile Solidario, por ejemplo, han contribuido a impulsar una distribución más equitativa de las oportunidades socioeconómicas. Los programas de transferencia condicional de dinero están diseñados para aumentar los ingresos de las personas y su acceso a la salud y la educación mediante transferencias condicionales de dinero a cambio de requisitos como acudir al centro de salud y asistir a la escuela. Estos programas cuestan menos que las ayudas sociales en especie tradicionales; por ejemplo, Bolsa Familia y Oportunidades cuestan menos que el 1% del producto interior bruto (PIB). Los éxitos en política social de América Latina se están emulando cada vez más en otras regiones. El Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, viajó hasta México para estudiar este programa Oportunidades antes de lanzar Opportunity NYC: Family Rewards, el primer programa de transferencia condicional de dinero de los Estados Unidos.
"A la hora de diseñar Family Rewards, nos basamos en las lecciones aprendidas en Brasil, México y otra decena de países", apunta el Alcalde Bloomberg en el Informe sobre Desarrollo Humano 2013. "Nadie tiene el monopolio de las buenas ideas."
Brasil, por ejemplo, ha trabajado con gobiernos africanos para adaptar sus programas de ayuda escolar, campañas de alfabetización y proyectos de salud pública a las necesidades y circunstancias locales. En 2011, contaba con 53 acuerdos bilaterales obre salud con 22 países africanos.
No obstante, el Informe recalca que queda mucho por hacer. "En los próximos años, los políticos de los países en desarrollo tendrán que seguir una agenda ambiciosa que responda a las difíciles condiciones mundiales, especialmente la ralentización económica, que ha disminuido la demanda del Norte. Al mismo tiempo, deberán tratar sus propias prioridades políticas más apremiantes."
América Latina ha visto como la desigualdad de ingresos ha caído en la mayoría de países desde 2000, en gran medida debido a las iniciativas nacionales de lucha contra la pobreza, pero sigue teniendo la distribución de riqueza más desigual de todas las regiones del mundo. "En Brasil, al menos una cuarta parte de la desigualdad en ingresos está asociada con circunstancias familiares, como los logros educativos de los padres, la raza o la etnia, o el lugar de nacimiento. Dicha persistencia de los patrones de distribución de ingresos transgeneracional también se hace patente en Chile y México, si bien este último ha aumentado la movilidad intergeneracional en los últimos años," resalta el Informe.
Otro desafío analizado por el PNUD es el de la sostenibilidad. El Informe del PNUD muestra que los desafíos medioambientales plantean una seria amenaza al desarrollo: cerca de 3.100 millones de personas vivirán en extrema pobreza de ingresos en todo el mundo en 2050 en el escenario de desastre medioambiental examinado por el PNUD, 155 millones de ellos en América Latina y el Caribe.
Los gobiernos y las empresas latinoamericanas están cooperando para desarrollar y compartir nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente, poniendo a América Latina en la vanguardia. Brasil está invirtiendo miles de millones en energías renovables, y México ha aprobado recientemente la primera ley climática nacional integral del mundo, con objetivos para reducir las emisiones de CO2 y la dependencia del petróleo para el transporte y la creación de electricidad. Las cada vez más activas organizaciones sociales están cerrando la brecha entre ciudadanos y gobiernos en América Latina, al igual que en otras regiones. Tal y como muestra el Informe, estas organizaciones van desde movimientos sociales hasta grupos dedicados a la defensa de temas concretos, pasando por sindicatos y grupos comunitarios. En Brasil, por ejemplo, el movimiento Sanitarista de profesionales de la salud desempeña un papel fundamental para desarrollar el sistema sanitario público del país y ampliar los servicios prestados a los pobres.
Aunque se buscan nuevas formas de involucrar a los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones, los gobiernos de América Latina y de otros muchos países del Sur también están trabajando por tener más participación en la toma de decisiones en la esfera mundial. La creación del G20 es un primer paso, tal y como reconoce el Informe Sobre Desarrollo Humano, pero no es suficiente.
"Las principales instituciones internacionales necesitan ser más representativas, transparentes y responsables," apunta el Informe. "Las instituciones Bretton Woods, los banco de desarrollo regional e incluso el propio Sistema de Naciones Unidas se encuentran en riesgo de perder relevancia si no consiguen representar adecuadamente a todos los estados miembro y a todos sus ciudadanos."
Aunque las instituciones de gobernanza global a menudo parecen ser inefectivas, hay algunas nuevas que están floreciendo en el Sur. Los acuerdos comerciales regionales se han ampliado y profundizado en áfrica, Asia y América Latina, incluso a pesar del estancamiento de las negociaciones comerciales mundiales de la Ronda de Doha. La región también ha creado nuevas instituciones para el desarrollo y la asistencia económica, incluyendo el Fondo Latinoamericano de Reserva y el CAF, un banco de desarrollo latinoamericano. El cambiante sistema multilateral de acuerdos políticos y económicos globales y regionales está abonando el terreno para lo que el Informe sobre Desarrollo Humano 2013 denomina "pluralismo coherente", con diferentes estructuras internacionales que cooperan para la consecución de objetivos comunes.
Según el informe, los países en desarrollo también son cada vez más importantes en los mercados del Norte. En los últimos cinco años, por ejemplo, las exportaciones de EE.UU. a países desarrollados pertenecientes a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) aumentó solo el 20%, mientras que las exportaciones a América Latina y el Caribe lo hicieron en más del 50%.
La lección, concluye el Informe sobre Desarrollo Humano 2013, es bien sencilla: "El Sur necesita al Norte, pero cada vez más, el Norte también necesita al Sur."
Indice de Desarrollo Humano (IDH) 2013. Destacados:
De los países de la región, hay tres (Barbados, Chile y Argentina) en el grupo de desarrollo humano muy alto, 19 en el grupo de desarrollo humano alto y otros 10 en el grupo de desarrollo humano medio. Haití es el único que se encuentra en el grupo de desarrollo humano bajo.
El valor IDH promedio para la región es 0,741, el segundo mayor (después de Europa y Asia central, con un 0,771) y por encima de la media mundial, situada en el 0,694.
Entre 2000 y 2012, la región registró un crecimiento anual medio del 0,67% en el valor IDH, el mayor crecimiento de entre todas las regiones. Nicaragua registró un crecimiento anual medio del 1,04% durante dicho periodo, seguido de la República Bolivariana de Venezuela y Cuba, con un crecimiento anual del 1,04% y 1,02%, respectivamente.
La región muestra un buen comportamiento en todos los indicadores que componen el IDH. La esperanza de vida media al nacer es de 74,7 años y el promedio de años de escolarización previstos esperados de 13,7 sitúa a la región a la cabeza de otras regiones en lo que respecta a estos componentes. De hecho la esperanza de vida media al nacer es casi cinco años superior que el promedio mundial. La región también ocupa la segunda posición tanto en años promedio de instrucción (con una media de 7,8 años) y producto nacional bruto (PNB) per cápita. El PNB per cápita promedio se encuentra por encima de la media mundial de 10.184 dólares estadounidenses.
La región sufre una pérdida media del 25,7% en cuanto al IDH ajustado por la Desigualdad, por encima de la pérdida media mundial del 23,3%. El componente de ingresos es donde la pérdida debida a la desigualdad es mayor (38,5%) seguido de la educación (23%).
La mayor pérdida debida a las desigualdades la sufre Haití (40,2%), seguido de Bolivia (34,2%). El país de la región que sufre la pérdida menor es Trinidad y Tobago (15,3%). La desigualdad de ingresos parece ser generalizado en la región, con pérdidas que van del 21,9% al 47,9% cuando el componente de ingresos se ajusta según la desigualdad.
La media del valor del índice de Desigualdad de Género para la región es de 0,419, inferior a la media mundial situada en el 0,463, situándose como tercera región. La tasa de fertilidad adolescente media de la región se encuentra por encima de la media mundial, mientras que los logros de educación secundaria y terciaria está por debajo, tanto en el caso de los varones como en el de mujeres. Sin embargo, la región encabeza la lista en cuanto a escaños ocupados por parlamentarias, 23%, más de tres puntos porcentuales por encima de la media mundial del 19,5%. Las tasas de participación de mujeres y varones en el mercado laboral también se encuentra por encima de la media mundial.
La pobreza multidimensional medida por el IPM es relativamente baja en la región, en comparación con regiones como el Sur de Asia y el áfrica Subsahariana. Haití tiene el mayor valor en el IPM de la región (0,299) en base a los datos de la encuesta 2005/06, seguido por Honduras (0,159).
El valor de las exportaciones de mercancías total de la región fue de 857.800 millones de dólares, lo que representa el 6,3% del total mundial y un 18,9% del PIB de la región. México encabeza estos números, con bienes exportados por valor de 298.300 millones de dólares en 2010, un 31% de su PIB. Le sigue Brasil, con exportaciones valoradas en 197.400 millones de dólares, cerca del 10,5% del PIB del país.
La región cuenta con la tercera mayor relación empleo-población (67,2%), que va desde el 56,4% de Surinam hasta el 77,4% de Bolivia y Perú.
La mano de obra infantil parece ser un problema en Perú y Belice, donde más de un tercio (34% y 40%, respectivamente) de los menores comprendidos entre 5 y 14 años están económicamente activos.
La media general de bienestar de vida basado en la Encuesta Mundial Gallup para la región es del 6,5 (en una escala de 0 a 10), el mayor de todas las regiones.
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Data: 14.03.2013
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