Ciudad de México. La investigación de los
componentes activos de plantas medicinales realizada en Baja California Sur ha
demostrado que están correlacionados con el uso tradicional que se le da a
estas plantas, sostuvo la ex investigadora de la Universidad Autónoma de Baja
California Sur (UABCS), Rosalba Encarnación Dimayuga.
La científica miembro de la Academia Mexicana de Ciencias
(AMC), explicó que desde 1980 ha sido parte de una ardua investigación
multidisciplinaria que ha logrado profundizar sobre el conocimiento de la
medicina tradicional en Baja California Sur, región rica en especies endémicas.
Como ex integrante del Departamento de Agronomía y del
Laboratorio de Farmacognosia, de la UABCS explicó que los efectos
farmacológicos que se le atribuyen a las plantas van desde antiinflamatorios,
vasodilatadores, antimicrobianos, anticonvulsivos, sedantes, antipiréticos,
etcétera.
Explicó que ella entiende a los fitofármacos como extractos
naturales a los que se les da una forma farmacéutica, por lo tanto, los
jarabes, cápsulas o ungüentos, deben cumplir con el control de calidad que
exige salubridad mexicana, es decir, estar libres de metales pesados,
pesticidas y de coliformes, y garantizar, además, que realmente son buenos para
la salud.
Encarnación Dimayuga recuerda que la entonces Secretaría de
Salubridad tenía una actitud muy distinta en los años 70 frente al uso de
plantas medicinales, pues los curanderos se escondían. Sin embargo, aunque los
médicos tradicionales y sus plantas medicinales han dejado de ser calificados
negativamente, la investigación, aplicación e industrialización de estos
productos no ha tenido un impulso importante para colocar a México como un
productor de fitofármacos.
“El sistema realmente no ayuda, ni en la investigación, ni
en el desarrollo..., para todo se requiere dinero y el que se invierte
–actualmente- es escaso. Brasil nos ha superado porque ha logrado que tanto
instituciones, empresas y productores se coordinen para este tipo de proyectos
y aquí no sé qué pasa”.
En Baja California Sur el proyecto es muy ambicioso, estamos
empezando por proteger el recurso que se emplea en la medicina tradicional y
tratando de proteger la tradición para que la gente no la pierda, señaló.
Hacer las investigaciones y aislar los compuestos es un
verdadero reto, uno evalúa y correlaciona el efecto que se le da a una planta
en la medicina tradicional con lo que uno científicamente está comprobando,
pero todo el universo de plantas que hay en el país, si se han investigado en
5% es mucho, informó.
En entrevista telefónica, la científica consideró que todo
México cuenta con un potencial extraordinario para la producción de
fitofármacos, pero para ello hace falta un proceso interdisciplinario de
colaboración. “Si estoy en el aislamiento de compuestos activos, tengo que
colaborar con el farmacólogo y el toxicólogo, para poder llegar a resultado
interdisciplinario y congruente del efecto de un compuesto”, dijo.
En Baja California Sur, el estudio de medicina tradicional
incluyó el uso de animales marinos, animales terrestres y plantas, aunque
aceptó que el mayor número de productos que se emplean en la medicina
tradicional es el de las plantas porque está más al alcance de la gente.
Encarnación Dimayuga recomendó respetar los consejos que dan
los viejos, respetar la tradición sobre el uso de las plantas, la manera en que
se toman y las proporciones porque de no ser así se puede provocar daño a la
salud.
INVESTIGACIÓN
Algunos ejemplos de lo que se ha logrado aislar y
caracterizar son los principios activos de la hierba del pasmo Haploppapus
sonorensis (Asteraceae), el tabardillo Calliandra californica (Mimosaceae), la
mariola Solanum hindsianum (Solanaceae ) y lavanda o chicura de la sierra,
Lepechinia hastata (Lamiaceae). Ejemplos de organismos marinos investigados: el
pepino de mar Neothione gibbosa, la esponja Aplysina gerardogreeni el coral
Muricea appressa.
Pero, afirmó la especialista, faltan evaluaciones
preclínicas y clínicas de sus extractos y compuestos aislados, para definir su
dosificación y llegar a una aplicación más eficaz y segura para la elaboración
de un medicamento herbolario o fitofármaco.
DATO
Para saber cuántas plantas medicinales usan los mexicanos,
la UNAM tiene un Atlas de las Plantas de la Medicina Tradicional Mexicana (3
tomos), que contiene 1,045 monografías de las plantas medicinales más
frecuentemente usadas en la medicina tradicional mexicana (http://www.medicinatradicionalmexicana.unam.mx).
Data: 05.05.2012