quinta-feira, 6 de fevereiro de 2014

Cómo inducir la germinación

Semillas de pimientos Morrones

Estoy comenzando a poner los semilleros, por eso llevo unos días indagando fórmulas para fomentar la germinación. Maneras en que el estado de latencia en el que han caído las plantas se vea superado y estas comiencen su ciclo de crecimiento.
Semilla de caqui, sacando el embrión

Las plantas en ese proceso germinativo necesitan recibir una serie de estímulos que aceleran su desarrollo.

El agua. Es sin duda uno de los aspectos esenciales para inducir la germinación. Por un lado el remojo en agua ablanda la cutícula de la semilla, por otro lava la semilla de los posibles inhibidores químicos que pudieran tener.

Un remojado de 24 horas a temperatura ambiente es una práctica que favorece la germinación, pero si además al agua se le incrementa la temperatura se facilita la absorción de humedad e incluso la germinaciónde la mismas.
Semillas de ciprés
Plántulas de cebolla

La temperatura. Se puede hablar de una temperatura mínima, una temperatura máxima y una temperatura óptima. Esta última es la que nos interesa y la que debemos intentar conocer pues incrementa el porcentaje de germinación de las semillas. A veces en algunas semillas es necesaria la alternancia entre temperaturas altas y bajas, replicando los cambios diurnos nocturnos, que hay en la naturaleza.

El frío. Es en ocasiones un elemento esencial en el proceso germinativo. Esencial para practicar con aquellas semillas de árboles que se desarrollan en zonas templadas.

Así se puede aplicar de modo que en otoño se ponen las semillas a la intemperie y se deja que el frío actúe sobre ellas, o bien se puede inducir de forma artificial con el empleo de frigoríficos e incluso congelador.

La luz. Hay semillas en las que la luz genera un efecto necesario para su germinación, en unos casos su ausencia, en otros su presencia. Por ello el conocimiento de cómo reacciona en particular cada una de ellas, permite niveles de germinación mayor.
Remojado de las semillas
Plántulas de pimiento naciendo

Niveles de oxigeno en el suelo. Tienen que ver con las temperaturas y con el agua que hay en el mismo, combinados ambos aspectos dan como resultado un equilibrio que fluctúa según los tipos las semillas, pero del que hay que cuidar.

La profundidad de siembra. Esta variable repercute en la cantidad de dióxido de carbono que hay alrededor de la semilla y favorece o no, dependiendo de cada una de ellas, sus capacidades de germinación.
Semillas de tomate en seco

Otros aspectos, como el fuego, la abrasión de la corteza o el paso por los ácidos del estómago, pueden ser específicos para algunas semillas y ayudan a liberar a esta de elementos de su cutícula que reprimían el desarrollo germinativo. ©

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