Los hongos psicodélicos ya tienen una reputación por ayudar a las personas a abrir sus mentes y ampliar su perspectiva sobre el mundo. Han mostrado una habilidad para combatir trastornos mentales como depresión y ansiedad. Ahora, las investigaciones muestran que los hongos mágicos pueden ayudar a reconstruir físicamente un cerebro dañado.
En un estudio realizado por la Universidad del Sur de Florida y publicado en 2013 en la revista Investigación Cerebral Experimental, los investigadores midieron los efectos de los hongos en ratones que habían sido condicionados a temer ciertos estímulos.
Los resultados fueron notables: no sólo pudo la psilocibina, el principal ingrediente activo en los hongos psicodélicos, ayudarlos a superar su miedo; promovió crecimiento celular y regeneración en sus cerebros.
Durante el experimento, los ratones fueron expuestos a un tono auditivo mientras recibían una descarga eléctrica, entrenándolos a temer el ruido incluso cuando la descarga no era administrada.
Los ratones que recibieron bajas dosis de psilocibina, sin embargo, fueron rápidamente capaces de despojarse de su aversión al tono, mientras que los ratones que no tomaron las sustancia les tomó más tiempo volver a la normalidad. “Dejaron de helarse; perdieron su miedo,” el coautor del estudio Dr. Juan Sanchez-Ramos le dijo a Live Science.
Adicionalmente, los ratones psicodélicos mostraron crecimiento en nuevas células cerebrales, quizá borrando memorias de la respuesta al miedo. Los investigadores creen que la psilocibina se enlaza a receptores cerebrales que estimulan crecimiento y sanación, actuando en el hipocampo, una pequeña parte del cerebro que es esencial para el aprendizaje y formación de memorias. Como se piensa que el trastorno por estrés postraumático (TEPT) resulta de una respuesta similar en la cual los pacientes no pueden separar un estímulo de un evento traumático, la psilocibina tal vez pudiese ayudarlos a curar sus cerebros de la misma manera en que lo hizo con los ratones.
“La memoria, el aprendizaje, y la habilidad de reaprender que un estímulo antes amenazador ya no es peligroso depende completamente de la habilidad del cerebro para alterar sus conexiones,” el líder del estudio Dr. Briony Catlow, del Instituto Lieber para Desarrollo Cerebral le dijo a Real Clear Science. “Creemos que la neuroplasticidad juega un papel crítico en la psilocibina al acelerar la extinción del miedo.”
“Es sumamente posible que en el futuro continuemos estos estudios ya que muchas preguntas interesantes surgieron de estos experimentos.” dijo Catlow. “La esperanza es que podamos extender estos hallazgos a humanos en pruebas clínicas.”
Los psicodélicos trabajan, en parte, anulando la “red en modo por defecto” en el cerebro, la cual se piensa es responsable por mentes errantes, autocriticismo, y una inhabilidad para concentrarse en el mundo exterior. En cambio, las sustancias ayudan a las personas a concentrarse en vivir en el momento, similar a muchas prácticas de meditación orientales. Eso tambíen puede ayudar con el TEPT así como con otros trastornos mentales como depresión.
“Las personas con depresión tienen redes en modo por defecto hiperactivas y entonces rumian sobre sí mismos, sobre sus insuficiencias, su maldad, que no valen nada, que han fallado — hasta el punto que a veces es delirante,” David Nutt, de la unidad de Neuropsicofarmacología de la Escuela Imperial de Londres, le dijo a Natural News. “La psilocibina parece bloquear esa actividad y detiene esta ruminación obsesiva.”
El valor terapéutico parece claro. “La psilocibina facilita la extinción de respuesta al miedo clásicamente condicionada y este, y similares agentes, deberían ser explorados como tratamientos potenciales para el TEPT y condiciones relacionadas,” el estudio concluye. Sin embargo, a pesar de su éxito demostrado y potencial ilimitado, la psilocibina está actualmente prohibida por el gobierno de los Estados Unidos, considerada una droga de abuso sin valor médico.
Via Reset.
En un estudio realizado por la Universidad del Sur de Florida y publicado en 2013 en la revista Investigación Cerebral Experimental, los investigadores midieron los efectos de los hongos en ratones que habían sido condicionados a temer ciertos estímulos.
Los resultados fueron notables: no sólo pudo la psilocibina, el principal ingrediente activo en los hongos psicodélicos, ayudarlos a superar su miedo; promovió crecimiento celular y regeneración en sus cerebros.
Durante el experimento, los ratones fueron expuestos a un tono auditivo mientras recibían una descarga eléctrica, entrenándolos a temer el ruido incluso cuando la descarga no era administrada.
Los ratones que recibieron bajas dosis de psilocibina, sin embargo, fueron rápidamente capaces de despojarse de su aversión al tono, mientras que los ratones que no tomaron las sustancia les tomó más tiempo volver a la normalidad. “Dejaron de helarse; perdieron su miedo,” el coautor del estudio Dr. Juan Sanchez-Ramos le dijo a Live Science.
Adicionalmente, los ratones psicodélicos mostraron crecimiento en nuevas células cerebrales, quizá borrando memorias de la respuesta al miedo. Los investigadores creen que la psilocibina se enlaza a receptores cerebrales que estimulan crecimiento y sanación, actuando en el hipocampo, una pequeña parte del cerebro que es esencial para el aprendizaje y formación de memorias. Como se piensa que el trastorno por estrés postraumático (TEPT) resulta de una respuesta similar en la cual los pacientes no pueden separar un estímulo de un evento traumático, la psilocibina tal vez pudiese ayudarlos a curar sus cerebros de la misma manera en que lo hizo con los ratones.
“La memoria, el aprendizaje, y la habilidad de reaprender que un estímulo antes amenazador ya no es peligroso depende completamente de la habilidad del cerebro para alterar sus conexiones,” el líder del estudio Dr. Briony Catlow, del Instituto Lieber para Desarrollo Cerebral le dijo a Real Clear Science. “Creemos que la neuroplasticidad juega un papel crítico en la psilocibina al acelerar la extinción del miedo.”
“Es sumamente posible que en el futuro continuemos estos estudios ya que muchas preguntas interesantes surgieron de estos experimentos.” dijo Catlow. “La esperanza es que podamos extender estos hallazgos a humanos en pruebas clínicas.”
Los psicodélicos trabajan, en parte, anulando la “red en modo por defecto” en el cerebro, la cual se piensa es responsable por mentes errantes, autocriticismo, y una inhabilidad para concentrarse en el mundo exterior. En cambio, las sustancias ayudan a las personas a concentrarse en vivir en el momento, similar a muchas prácticas de meditación orientales. Eso tambíen puede ayudar con el TEPT así como con otros trastornos mentales como depresión.
“Las personas con depresión tienen redes en modo por defecto hiperactivas y entonces rumian sobre sí mismos, sobre sus insuficiencias, su maldad, que no valen nada, que han fallado — hasta el punto que a veces es delirante,” David Nutt, de la unidad de Neuropsicofarmacología de la Escuela Imperial de Londres, le dijo a Natural News. “La psilocibina parece bloquear esa actividad y detiene esta ruminación obsesiva.”
El valor terapéutico parece claro. “La psilocibina facilita la extinción de respuesta al miedo clásicamente condicionada y este, y similares agentes, deberían ser explorados como tratamientos potenciales para el TEPT y condiciones relacionadas,” el estudio concluye. Sin embargo, a pesar de su éxito demostrado y potencial ilimitado, la psilocibina está actualmente prohibida por el gobierno de los Estados Unidos, considerada una droga de abuso sin valor médico.
Via Reset.
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