E. ZUNZUNEGI - Lunes, 14 de Enero de 2013
EL ser humano ha utilizado desde tiempos inmemoriales los recursos que le ofrecía la naturaleza para curar las enfermedades. Una práctica que nuestros antepasados nos han ido transmitiendo de generación a generación y, hoy en día, en Euskal Herria son muchas las personas que siguen utilizando plantas medicinales para curar dolencias o enfermedades. Una de estas personas es Rodolfo Mardones, botánico aficionado e historiógrafo de Muskiz, que tras su jubilación como peluquero de la localidad costera atiende a diario un huerto en el barrio de Villanueva en el que combina las plantas comestibles típicas de la huerta vasca con una amplia variedad de hierbas cuyo uso medicinal lleva investigando desde muy joven.
"De chaval estuve trabajando dos años como ayudante de pastor y de la mano de aquel pastor, que conocía muy bien el monte y sus hierbas y plantas, me aficioné a la botánica", comenta este entusiasta a quien le gusta tanto la divulgación de las bondades y riesgos de las plantas como su cultivo o recolección, "porque no hay que olvidar que hay plantas beneficiosas para la salud pero también las hay tóxicas e incluso venenosas". "Hace unos años, en Castro Urdiales, unos niños estaban jugando a las comiditas y para jugar cogieron semillas de estramonio que son muy parecidas a una lenteja y sufrieron una intoxicación. Casualmente estaba en una feria en la localidad y algunos vecinos vinieron para ver si la tenía y así era".
Andarín impenitente, Mardones conoce bien los montes, ríos y praderas de la zona minera y tiene en su huerto más de 150 especies de plantas medicinales entre las que naturalmente se encuentran representadas la práctica totalidad de los ejemplares que el Ayuntamiento de Zierbena ha recogido en un fascículo sobre plantas medicinales del municipio y su entorno, y que está disponible desde mediados de diciembre en la página web municipal (www.zierbena.net).
La guía, elaborada con la colaboración del Gobierno vasco, la Diputación foral de Bizkaia y el sindicato agrario EHNE (Euskal Herriko Nekazarien Elkartasuna) recoge información básica sobre plantas que se pueden encontrar en el municipio y en los alrededores.
En el prólogo de la guía, el alcalde de Zierbena, Marce Elorza, destaca que desde siempre se ha relacionado la calidad de vida con agilidad, fortaleza, alegría y ganas de vivir, y para lograrlo utilizamos remedios artificiales o plantas medicinales. "Antiguamente no se utilizaban más que plantas medicinales, pero, a medida que iban pasando los años, la utilización de dichas plantas fue disminuyendo y aumentando la de los remedios artificiales ó sintéticos.
Pero, los últimos años cada vez se mira más la naturaleza y se utilizan más remedios naturales", añade el primer edil quien destaca que en los alrededores del municipio galipo "podemos encontrar varias plantas medicinales que podemos utilizar para curar o para gozar y, el objetivo de esta guía es concretamente dar a conocer algunas de ellas".
BENEFICIOSAS
La guía ofrece una breve memoria descriptiva de la planta en la que se incluye una ilustración del ejemplar, acompañada de sus nombres científico y popular, en castellano y euskera, así como su descripción fisiológica y su valor medicinal, incluido la forma en la que se administra. "Básicamente las hierbas y plantas medicinales se toman como infusiones o mediante una cocción más larga, en batidos, bien como cataplasmas y en algunos casos ingiriéndolas cocinadas", reseña Mardones.
El caso más curioso puede ser el de la "temida" Urtica dioc' ú Ortiga, denominada Asuna en euskera, ante la cual Rodolfo señala que "no vale de nada aguantar la respiración para que no te pique. Para no ortigarse lo mejor es agarrar la planta de la parte baja del tallo y subir hacia las hojas porque los pinchos están hacia arriba y así no se clavan en la piel", indica Mardones quien considera a esta denigrada planta como un dechado de virtudes incluso culinarias. "La gente cree que las croquetas de espinacas están mejor pero lo cierto es que las de ortiga están muy ricas", apunta. La ortiga es una planta que "contiene todo tipo de propiedades. Incluso se conocen casos de gente que ha sobrevivido durante cuatro años comiendo solo ortigas", proclama Mardones. Aparte de su valor nutritivo para los humanos, este baserritarra asegura que "si se echan ortigas en agua, ese agua sirve para curar a otras plantas que estén enfermas". Gusta de crecer en casi todos los hábitats donde el humus del terreno es de calidad y desde antiguo se utilizó también para aliviar los dolores del reuma "frotando" la planta sobre la zona afectada, "lo que hace que el efecto urticante enrojezca y caliente la zona".
"A LA LUNA"
Otra de las plantas por las que este antiguo pelotari de Muskiz siente pasión es la Ruda. "Se dice en algunos códices que si la mujer supiera de los beneficios que le procura la Ruda iría a por ella a la luna. Este arbusto por su gran contenido de vitamina C, se considera antiescorbútica y se suele emplear en infusión como emenagoga, es decir para provocar o para detener la menstruación. Curiosamente Rodolfo Mardones apunta otro uso de antaño para esta planta. "Antiguamente se colgaba en las cunas de los niños que tenían lombrices para evitar que la lombriz intentara salir por la garganta lo que provocaba a los niños ahogamientos, les daba vómitos, y no les dejaba dormir. Al colgarla en la cabecera encima del niño hacía que la lombriz, al olerla con la respiración del niño, fuera hacia el ano, aliviando esas molestias". En Méjico es una planta muy apreciada "la consideran una planta importante y la usan incluso para hacer bebidas". Estas plantas suelen ser habituales en las exposiciones y ferias en las que Rodolfo Mardones participa en Meatzaldea, Enkarterri o Cantabria. "Normalmente llevo entre 100 y 115 plantas que suelo coger un día antes porque esta tierra es muy rica para estas plantas medicinales, aunque también llevo plantas venenosas y tóxicas". Entre estas últimas está la Nueza Negra, "una planta de la que se aprovecha desde el boniato que se encuentra bajo tierra hasta los frutos, unas pequeñas bolitas de color rojizo". El boniato de la nueza negra, como una cebolla con un líquido lechizo, se usaba para quitar las verrugas de las ubres de la vacas mientras que el fruto -que debe usarse con mucho cuidado- se cree que posee el efecto "viagra", relata Mardones quien para este tiempo de fríos y constipados anima a conocer mejor la Verbena de San Juan "para curar catarros, bronquitis, o dolor de garganta o sinusitis. Para esta última dolencia se recomienda una cataplasma hecha batiendo a punto de nieve la clara de un huevo, a la que se añaden tres puñados de verbena y se hace una tortilla que se pone en un paño de hilo fino, y se aplica sobre la frente a diario durante cuatro noches. Se descansa 4 días y se hace otros cuatro. "La tortilla se va ennegreciendo según va soltando la mucosidad", señala este afable amante de la farmacia natural.
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