El pasado miércoles 9 de abril la Organización para la Agricultura y la Alimentación de Naciones Unidas (FAO, por sus siglas en inglés) dio a conocer los resultados de un estudio sobre la práctica de agricultura urbana en América Latina y el Caribe. El informe sintetiza los resultados de una encuesta que la FAO llevó a cabo durante 2013 en 27 países. Esos resultados se complementaron con la realización de estudios de casos sobre la agricultura practicada en alrededor de 13 grandes ciudades de la región. En total se obtuvieron datos sobre la agricultura de 110 ciudades y municipios, desde grandes aglomeraciones urbanas como la Ciudad de México hasta comunidades pequeñas como San José del Golfo (con una población de 5.889 personas), en Guatemala.
La publicación destaca a 10 ciudades que cultivan plantas y crían animales para alimentación, y entre ellas se encuentra la ciudad de Rosario.
El informe destaca el compromiso de la administración local ya que el gobierno municipal asigna 25 ingenieros agrónomos y 380.000 USD al Programa de Agricultura Urbana y proporciona capacitación, semillas y herramientas, mientras que la provincia de Santa Fe financia la instalación de infraestructura. En cuanto a los resultados logrados, subraya que las hortalizas son 100 % orgánicas ya que los horticultores cultivan sobre sustratos de compost de alto rendimiento.
Al mismo tiempo el programa ha permitido que muchos participantes conviertan esta actividad en una salida laboral, ya que el número de ciudadanos que practican la horticultura es de alrededor de 1.800, de los cuales 250 son productores a tiempo completo organizados en la Red de Huerteras y Huerteros.
Desde 2004, la ciudad celebra anualmente la Semana de la Agricultura Urbana y ha sido reconocida internacionalmente como un ejemplo de la buena integración de la agricultura en el desarrollo urbano.
Según el documento elaborado por los expertos de Naciones Unidas, Rosario es una de las pocas grandes ciudades de América del Sur que han incorporado plenamente la agricultura en su planificación del uso del suelo y en las estrategias de desarrollo urbano.
Junto con el caso ya mencionado de la situación rosarina, el informe presenta una breve reseña del trabajo que vienen haciendo conglomerados populares como La Habana, Ciudad de México, Quito, Lima, Tegucigalpa, Managua y Belo Horizonte. También figuran casos particulares como el de Huerto Romita (espacio comunitario situado en el corazón del Distrito Federal para la producción de hortalizas orgánicas), Antigua y Barbuda (por el caso de un huerto doméstico ubicado en el norte de Saint John) y el Invernadero de El Alto donde, junto a las autoridades de la FAO, desarrollaron un plan de agricultura urbana de alto impacto.
Según el organismo responsable del informe la agricultura practicada en las zonas periurbanas y rurales es fundamental para el abastecimiento de alimentos a los centros urbanos y contribuye al empleo, los medios de subsistencia, la nutrición y la capacidad de recuperación del medio ambiente.
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